LAS AUTOLESIONES EN LOS TRASTORNOS
DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Raquel Beraiz Olarte, Psicóloga Itad
Eduardo Brik, director de Itad
Dunia Sánchez Sierra, alumna en prácticas Itad
Sandra Rodriguez, Diseño Web
Raquel Beraiz Olarte
Eduardo Brik, director de Itad
Dunia Sánchez Sierra, alumna en prácticas Itad
Sandra Rodriguez, Diseño Web
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1. ¿Qué son las autolesiones? ¿Qué factores las desencadenan?
Las autolesiones son todos aquellos comportamientos deliberados cuya finalidad es provocarse un daño inmediato sin querer acabar con su vida. Las conductas autolesivas más comunes son los cortes en la piel (brazos, muslos, abdomen, etc.), también son las quemaduras, golpes autoinfligidos, pellizcos, etc. En la actualidad, estas conductas han aumentado, llegando a estar presentes en un 14-15% de los adolescentes.
En la mayoría de los casos, las autolesiones son una forma de expresar un sufrimiento. Las emociones que subyacen a estas conductas son la rabia, la ira, la tristeza, la soledad, etc. Los adolescentes pueden verse superados por la intensidad de esas emociones y al no saber cómo gestionarlas usan la autolesión para liberarse de ellas. Se trata de una forma indirecta de pedir ayuda, y al mismo tiempo sentir control sobre uno mismo.
Dentro de los factores que influyen en su aparición están los siguientes:
– Sexo: la prevalencia es mayor en la mujer
– Edad: principalmente se da entre los 12-25 años
– Los factores desencadenantes más frecuentes son: bullying, problemas en las relaciones familiares, violencia intrafamiliar, duelo, etc. Se asocia con el consumo de alcohol, ya que esta sustancia permite la desinhibición y favorece las conductas impulsivas de autolesión.
– Existen otros factores psicológicos individuales vinculados a esta conducta: baja autoestima, distorsión de la imagen corporal, sentimientos de rechazo o presentar algún trastorno psicológico, entre otros.
2. ¿Las autolesiones pueden conducir a una ideación suicida?
Debemos distinguir entre autolesiones y actos suicida para comprender que la ideación suicida no está necesariamente vinculada a las autolesiones. Las autolesiones y gestos suicidas son comportamientos diferentes, aunque comparten algunos de los factores de riesgo comentados anteriormente. En primer lugar, la autolesión tiene como objetivo la compensación emocional ante estímulos negativos. En segundo lugar, los gestos suicidas tienen como fin provocarse la muerte. Esto no quiere decir que sean excluyentes, ya que en una misma persona pueden darse ambos comportamientos en tiempos distintos.
Tal y como hemos comentado, los adolescentes que se autolesionan no presentan un claro deseo suicida, sin embargo, tienen un mayor riesgo de presentar un intento suicida que los adolescentes sin autolesiones, especialmente cuando se presentan estos episodios de manera repetitiva. Dada la relación entre autolesiones y riesgo suicida, es importante abordar en la psicoterapia dichos fenómenos, por un lado con el objetivo de poder diferenciarlos, y por otro lado prevenir que la autolesión no conduzca a un intento de suicidio.
3. ¿Qué relación tienen las autolesiones con los Trastornos de la Conducta Alimentaria?
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) pueden tener otros síntomas o trastornos asociados. Por lo tanto, no es de extrañar que las autolesiones y los TCA sean fenómenos que se relacionan entre sí. Para ser más específicos, entre el 54-61% de los casos de TCA presentan también conductas autolesivas. Esta asociación varía al considerar los subtipos de TCA, siendo más frecuente en la bulimia nerviosa. Ambas problemáticas comparten factores de riesgo comunes, como impulsividad, mala regulación emocional, autocritica e insatisfacción corporal.
En concreto, parece que es la insatisfacción corporal lo que más relaciona las autolesiones y los TCA. Entendemos como insatisfacción corporal cuando las dimensiones afectivas y cognitivas de la propia imagen corporal están caracterizadas por juicios negativos de la propia persona. Esta insatisfacción es un factor que influye en el desarrollo y el mantenimiento de los TCA. Por otro lado, también hay una relación significativa entre la insatisfacción corporal y las autolesiones, sobre todo en los casos de adolescentes en los que se da la autolesión como forma de regulación afectiva.
La influencia sociocultural también juega un papel en las autolesiones y en los TCA.
Los TCA tienen referentes modélicos en los diferentes medios, que influyen en la autoestima del adolescente, en la construcción de su imagen corporal y de su propia satisfacción corporal. Por otra parte, uno de los factores socioculturales en las autolesiones es lo que llamamos “contagio social”, es decir, la influencia de sus iguales como factores mediadores en el inicio de las autolesiones.
4. ¿Cómo interviene el psicoterapeuta sistémico?
– El psicoterapeuta abandonará el rol de “experto” e incorporará el respeto y curiosidad genuina para conocer qué está ocurriendo, qué está sintiendo y sus intentos de solución.
– El psicoterapeuta deberá explorar las autolesiones, inicio, tipo, frecuencia, intensidad y si cursan con otro tipo de sintomatología, como la del TCA o cursan también con insatisfacción familiar o afectiva. También se deberá explorar si tiene ideación suicida.
– Se deberá trabajar sobre el para qué de la autolesión, sobre su función. Como hemos comentado anteriormente podemos encontrar detrás de la autolesión: reducción del dolor psicológico, alivio de una angustia psicológica, una manera de pedir ayuda, una manera de comunicar algo que le genera malestar, etc.
– Externalizar el dolor y la tristeza para proteger la identidad de la persona y potenciar su autonomía en cuanto al cambio y la mejoría.
– Es necesario identificar los momentos específicos en los que se producen las autolesiones y prevenir e intervenir en dichos momentos.
– Enfocarnos en los recursos de cada adolescente y su familia, de esta manera estamos favoreciendo al desarrollo de un espacio de colaboración, respeto y confianza, tan necesarios para la construcción de una buena alianza terapéutica con ellos y sus familias.
– Hacer participe a la familia en el proceso terapéutico. El rol de la familia es fundamental, ya que es el espacio más próximo y rápido de apoyo y contención emocional.
– Establecer metas realistas, medibles y alcanzables con el paciente y con la familia. – Contener y comprender emocionalmente a la familia. En ocasiones, las familias por miedo al rechazo y castigo social ocultan la situación que enfrenta uno de sus miembros, retardando la posibilidad de cambio y mejoría.
– Se deberá realizar terapia familiar sistémica para abordar los posibles problemas subyacentes a las autolesiones.
5. ¿Qué indicaciones va a recibir la familia ante un inicio de terapia familiar sistémica?
Ante autolesiones de un menor, los padres deberán consultar a un profesional especializado en el modelo sistémico en este caso. Dentro de este marco de terapia generalmente las indicaciones que se dan serán las siguientes:
– Es importante que la familia comprenda que el adolescente no se siente cómodo con este comportamiento, pero es la única forma que conoce para sentirse mejor.
– Reflexionar sobre la función de la autolesión. Algunas de las funciones de las autolesiones pueden ser: reducción del dolor psicológico, alivio de una angustia psicológica, una manera de pedir ayuda, una manera de comunicar algo que le genera malestar, etc.
– La familia debe mantener una actitud de escucha y comprensión ante el conocimiento de las autolesiones y de cómo se siente la persona afectada.
– En ningún caso regañar o castigar al adolescente por haber optado por autolesionarse ante emociones o situaciones que le han desbordado.
– No es adecuado sobre reaccionar ante la noticia y, tampoco, tratar la autolesión como un tema tabú, sino lo contrario, cuando encuentren un momento cómodo, es positivo hablar con el adolescente sobre los riesgos desde la preocupación como padres.
– Mostar disponibilidad y ayuda incondicional para cuando quiera hablar sobre sus emociones, sentimientos o preocupaciones. Debemos tener en cuenta que estar disponibles no significa atosigar a preguntas sin fin, sino encontrarse abierto a la comunicación.
– Estar pendientes de los factores de riesgo que pueden desencadenar la autolesión, por ejemplo, los conflictos reiterados en casa.
6. Referencias
Gallego Jiménez, M., Holguera Ortiz, S., Moro Tejedor, M. N., Pareja Rodríguez, M. E., Graell Berna, M., & Pedraz Marcos, A. (2017). Significación de la autolesión no suicida en mujeres con anorexia nerviosa y bulimia nerviosa. NURE Investigación, 14(90).
Kiekens, G., & Claes, L. (2020). Non-suicidal self-injury and eating disordered behaviors: an update on what we do and do not know. Current Psychiatry Reports, 22(68).
Ospina Gutiérrez, M. L., Ulloa Rodriguez, M. F., & Ruiz Moreno, L. M. (2019). Autolesiones no suicidas en adolescentes: prevención y detección en la atención primaria. Medicina de Familia. Semergen, 45(8), 546-551.
Valera-Besteiro, O., Serrano-Troncos, E., Rodríguez-Vicente, V., Curet-Santisteban, M., Conangla-Roselló, G., Cecilia-Costa, R., . . . Matalí-Costa, J. L.-A. (2017). Ideación suicida y conductas autolesivas en adolescentes con Trastorno de la Conducta Alimentaria. Actas Españolas de Psiquiatría, 45(4), 157-166.
<<En la mayoría de los casos, las autolesiones son una forma de expresar un sufrimiento. Las emociones que subyacen a estas conductas son la rabia, la ira, la tristeza, la soledad, etc. Los adolescentes pueden verse superados por la intensidad de esas emociones y al no saber cómo gestionarlas usan la autolesión para liberarse de ellas. Se trata de una forma indirecta de pedir ayuda, y al mismo tiempo sentir control sobre uno mismo. >>
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