La Terapia Familiar Sistémica aplicada al área de las adicciones da respuesta a las limitaciones que tienen los diferentes modelos psicoterapéuticos centrados en el individuo.

En comparación con los otros modelos consigue:

• Aumentar el compromiso y adherencia de la persona adicta y sus familias a los tratamientos.
• Disminuir el número de recaídas post-tratamiento.
• Reducir los comportamientos disfuncionales psicosociales asociados a la adicción tanto dentro de la familia como en el entorno más próximo.
• Mejorar las relaciones familiares, laborales y sociales y el clima emocional en estos contextos.

Al trabajar el psicoterapeuta sistémico conjuntamente con los miembros de la familia, éstos se convierten en una pieza clave del tratamiento para entender la adicción y de esta manera, ayudar eficazmente a la persona adicta.

La gravedad de la adicción a la cocaína puede variar en función del patrón de consumo; los/as que la usan los fines de semanas de forma periódica con los/as amigas/os o solos/as, los/as que lo llevan a cabo quincenal o mensualmente de forma compulsiva llegando a desaparecer horas o días, etc. Todas estas modalidades de consumo en su gran mayoría van a aumentar la tolerancia y dependencia a la sustancia, hasta llegar a un consumo de dos o tres veces por semana e incluso diariamente.

Sí dicho consumo va a asociado al abuso del alcohol y otras drogas, la persona adicta se enfrenta a un mayor riesgo de sufrir problemas psicosociales o de salud física graves.

La persona adicta a pesar de los problemas que genera la adicción, en la mayoría de los casos, no está dispuesta a solicitar ayuda ni a sus familiares, ni a los centros o profesionales especializados.

Por ello, principalmente es la familia la que acude inicialmente a los centros o  profesionales especializados para solicitar ayuda antes que la persona adicta.

Tal disposición por parte de los miembros de las familias facilita iniciar y promover el compromiso y adherencia al tratamiento tanto por parte de la familia como de la persona adicta.

En esta misma línea, la rehabilitación de la persona adicta dependerá de diferentes variables;

• La personalidad, presentando mayor dificultades en los Trastornos Narcisistas, Antisocial y Límite de la personalidad.
• El tipo de disfunción previo en las relaciones y estructuras familiares.
• El entorno social y económico más próximo.
• El ciclo vital en que se encuentra en la persona adicta (mayor riesgo entre los 18 y 35).
• Hábitos de consumo de sustancias adictivas o adicciones en las familias (Alcohol, Psicofármacos, Cocaína, Cannabis, etc.)

Para ello, la Terapia Familiar Sistémica propone un abordaje integral y eficaz en el tratamiento de la adicción a la cocaína, el cual está basado en la observación, comprensión e intervención desde una perspectiva relacional del adicto y sus familiares, dónde los síntomas son considerados el producto de una secuencia circular (No lineal) de interacción y de intercambios disfuncionales del pasado y/o del presente entre cada uno de los miembros del sistema.

Una vez interrumpido el consumo y prolongado en el tiempo la psicoterapia sistémica, ayuda a resolver los problemas que generó la adicción en la familia o pareja e individuo.

Como consecuencia, el individuo inicia una vida más saludable a nivel familiar, laboral, social  que la anterior. Eduardo Brik y Borja Cuellar

“Cada uno de los miembros de la familia desempeña un papel esencial en el tratamiento de la adicción a la cocaína, es parte del problema y de la solución”

Artículo,escrito por Eduardo Brik y Borja Cuellar