¿TIENEN MÁS DIFICULTADES LAS PAREJAS HOMOSEXUALES QUE LAS HETEROSEXUALES?

por 12 Jun, 2018Terapia de Pareja

Estamos ante una sociedad que parece que está fuera de perjuicios, que no tiene estereotipos sobre la homosexualidad, que apoya todo lo relacionado con las parejas del mismo sexo… Pero si nos adentramos sólo un poquito, e indagamos y profundizamos más adentro, nos damos cuenta que no es tan verdad esto que nos pintan y nos hacen creer.

Un claro ejemplo de todo esto es cuando todavía aparecen como noticia en la televisión o en la radio cosas como: en el sector militar “ha salido del armario” un teniente coronel o cuando nos enteramos de que en el corte inglés, hacen una campaña publicitaria sobre la vuelta al cole incluyendo una familia de padres homosexuales, y por presiones deciden eliminar el anuncio por miedo a que reduzcan sus ventas.

Hoy por hoy podríamos poner algunos ejemplos que nos hacen ver, que en esta sociedad, aunque es cierto que hemos evolucionado y cambiado, todavía nos queda mucho por avanzar en determinados aspectos, y uno de ellos es en los prejuicios aún vigentes en lo referente a la orientación sexual.

En el ámbito de la psicoterapia, los motivos de consulta que presentan las parejas homosexuales son:

  • Aceptación de la homosexualidad por una o ambas partes
  • No revelación de la homosexualidad ante los padres.
  • Conflictos abiertos de no aceptación por uno o ambos padres.
  • Posicionamiento radical de uno o ambos frente al medio heterosexual “ven al mundo dividido entre homosexuales y heterosexuales”.
  • Mayor tendencia a la infidelidad.
  • Mayor tendencia a la Dependencia emocional.
  • Adicción a la drogas por parte de uno de los dos miembros de la pareja.
  • Incertidumbre acerca de la duración de la relación pareja.

 

Ejemplo de los prejuicios pasados y presentes de la sociedad actual a partir de un testimonia de una adolescente homosexual:

“Ha sido complicado rechazarse en lo que siento, quiero o amo. Cuando fui niña crecí viendo,  pensando y viviendo que las niñas tenían que querer a los niños y no había otra opción, no me hablaron, ni vi, ni conocí otra forma, por lo que tenía que ser así. Por tanto, si hubiera sentido hacia una chica en un momento determinado de mi infancia o adolescencia, creo que inconscientemente yo misma me hubiera protegido intentando hacerme ver que no podía ser, que  no era sano y que había algo en mí que no iba nada bien. Por eso entiendo cuando muchos hombres y mujeres homosexuales hoy día reconocidos y aceptados te hablan de esa época donde tenían que mantener relaciones sexuales con el otro sexo; o que incluso rechazaban sentir por los de su mismo sexo y se sentían sucios y malas personas por hacer algo que no estaba bien; o incluso criticaban a los que sí que eran homosexuales, ya que para muchos era la confirmación de que ellos o ellas sí que no lo eran.”

 

Todavía no educamos a los hijos/as en aceptar las diferencias y en explicarles que hay diferentes tipos de familia, porque las hay. Todavía en los libros infantiles y de educación que se estudian actualmente aparece la familia formada por un papá, una mamá y los hijos/as (generalmente dos), por lo que se sigue educando en la diferencia y en la “normalidad”, ya que todavía lo “normal” sigue siendo lo mayoritario. Y como lo mayoritario es la heterosexual, se sigue en la educación de que la homosexualidad todavía no es “normal”.

Es por ello, por lo que todavía se siguen generando muchos mitos alrededor de la homosexualidad, que quedan en nuestra memoria y que nos hacen actuar y sentir de la forma que lo hacemos.

Se podría hacer una larga lista de mitos sobre la homosexualidad:

  • La homosexualidad no es algo natural.
  • La homosexualidad es una opción, se puede escoger ser homosexual o heterosexual, y por tanto se puede curar: Sólo tenemos que irnos a google y poner tratamiento de la homosexualidad para ver todos los tipos de terapias que hay para poder cambiarte de orientación, hasta tienen sus propios nombres, terapia de conversión, reparativa o de reorientación sexual.
  • Las causas de la homosexualidad son producto a la educación y/o los problemas familiares.
  • Las relaciones de gays y lesbianas no son duraderas.
  • Los hijos/as de homosexuales se vuelven homosexuales.
  • En las relaciones homosexuales uno/a hace el papel de hombre y el otro/a el de mujer.
  • A los homosexuales les obsesiona el sexo más que a los heterosexuales.
  • Entre otros.

Estos mitos hacen mucho daño tanto a las propias parejas homosexuales como al conjunto de la homosexualidad en general.

Kurdek y sus colaboradores hablan de cinco características que se dan en todas las parejas:

  1. El amor.
  2. La intimidad/sexualidad.
  3. Los niveles de estabilidad.
  4. La cohesión y satisfacción.
  5. Y la predicción de futuro.

 

La única diferencia que se observa en las parejas homosexuales es el APOYO SOCIAL, y  lo destacamos porque realmente el apoyo social es fundamental para dichas parejas.

Muchas de estas parejas que vienen a terapia están faltos de este apoyo y por ello tienen muchos conflictos y dificultades a nivel individual, familiar y de pareja.

Tenemos que ser conscientes de que cuando constituimos una pareja heterosexual, en cierto modo sabemos todos los pasos que tenemos que hacer: presentación a la familia, convivencia, casarnos o formalizar la relación, tener hijos… Pero en el caso de las parejas homosexuales, al haber una ausencia de estos modelos culturales, tienen que debatir y negociar todo, desde la presentación a la familia hasta si tener hijos/as o no, o incluso si vivir juntos como pareja, pero haciendo el paripé fuera de casa de que “somos compañero/as de piso”.

Y así, un sinfín de cosas que hace que la pareja se agote y en algunos momentos llegue a tener conflictos por no entender por qué uno quiere y el otro no.

George y Behrent ya hablaron en muchos de sus estudios sobre el estrés que se producía en las relaciones homosexuales por la no aceptación de la propia homosexualidad en uno o ambos de los miembros.

Evidentemente esto repercutía en la no aceptación de sí mismos como parte de una pareja.

Todo homosexual pasa por un proceso individual que empieza en el momento cuando comienza a sentir algo muy atractivo por otra persona de su mismo sexo y termina en la integración de su homosexualidad. Soriano (1997) describe este proceso en 5 fases:

  1. Sensibilización.
  2. Toma de conciencia de deseos hacia el mismo sexo.
  3. Reconocimiento y autodefinición de homosexual.
  4. Aceptación de la propia homosexualidad.
  5. Integración de la propia homosexualidad como parte de la identidad personal y social.

Aunque lo ideal es que toda persona pase por estas cinco fases, esto no ocurre así, ya que muchos se quedan estancados en alguna de ellas y si forman pareja, que es lo habitual, dependiendo de dónde esté cada uno va a generar más o menos problemas y conflictos dentro de la pareja.

Evidentemente las parejas que están en diferentes fases dentro de este proceso tienen más dificultades y conflictos que aquellas en las que los dos están en la fase 5, o incuso en la misma fase (aunque no sea la última), ya que los límites al exterior van a ser muy similares en los dos miembros de la pareja.

Por ello, si nos remitimos a lo que decía Kurdek del apoyo social, éste es fundamental a la hora de ayudar en este proceso. Y aquí es importantísimo el papel de las familias.

Cuando vivimos en familias donde lo homosexual es algo más, una opción más como otra cualquiera, donde se apoyan las diferencias, donde hay comunicación, donde se puede hablar y sentir y donde se censura cualquier comentario negativo hacia la homosexualidad, las propias personas homosexuales pasan este proceso de forma rápida y sencilla, sin traumas y sin conflictos más allá de los propios dentro de cualquier proceso de crecimiento.

Pero como por desgracia esto no ocurre en todas las familias y estamos muy lejos aún de ello, nos encontramos con muchas parejas homosexuales que vienen a terapia por estos conflictos de apoyo social y que les afecta a ellos como personas, a su pareja y a sus familias de origen y hay que ayudarles a redefinir su historia de otra manera, a resolver los conflictos que acarrean todo lo comentado anteriormente, y en muchas ocasiones a diferenciarse de sus familias de origen para poder continuar su camino de la manera más sana para ellos mismos.

El objetivo terapéutico, es tener en cuenta un enfoque sistémico que nos permita situarnos,  no sólo con en el paciente que viene a la terapia, sino con su familia, su entorno y su sociedad. Hay que integrar todos los sistemas, porque así no caeremos en el error de trabajar de manera individual, ya que esto no es algo individual, sino que influyen  y se dañan muchos sistemas.

Los terapeutas que nos dedicamos a las parejas y a las personas no podemos caer en el error de pensar que la homosexualidad es el problema que traen a la consulta y por tanto, la causa del conflicto, porque nos estaremos equivocando.

El problema es la falta de apoyo social y tenemos que entender y conocer de qué proviene todo esto. Tenemos que tener información sobre la homosexualidad, ser sensibles a las dificultades que tienen estas personas en nuestra sociedad, comprender los problemas a los que se enfrentan y los factores que pueden estar interviniendo. Y evidentemente, es necesario que los terapeutas puedan revisar sus prejuicios y sus posibles conflictos en relación a este tema.

Eduardo Brik

Eduardo Brik

Médico Psicoterapeuta

Director de ITAD y  del «Máster en Terapia Familiar Sistémica» y presidente de la Asociación «Terapias Sin Fronteras»
Web: https://eduardobrik.com
Correo: info@itadsistemica.com
Raquel Ramírez

Raquel Ramírez

Psicóloga

Licenciada en Psicología por la Universidad de Málaga y Tutora del Máster en Terapia Familiar Sistémica
Correo: raquelramirez@itadsistemica.com

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