La Edad Del Pavo

por 27 May, 2016Terapia Familiar

Carlos Alvarado.:Se trata de una de las situaciones que más impactan el desarrollo de la vida familiar. Recién terminada la infancia, el inicio de la pubertad viene acompañado de un sinfín de cambios de tipo físico y psíquico en todos los adolescentes. Sin dejar de lado la poderosa influencia de la sociedad y la cultura en la que vivimos

Es preciso destacar brevemente que el desarrollo de las hijas e hijos influye directamente en la forma en que son criados y educados. No es lo mismo criar bebés, los cuales sólo precisan cuidados primarios y básicos, que debatir horas y días con un «adolescente en pos de la verdad absoluta». En el proceso intermedio también ocurren diferencias importantes tales cómo enseñar pacientemente a un niño en edad pre-escolar a escribir sus primeras letras que discutir con los hijos en edad de pubertad sobre los horarios que han de cumplir después de salir al parque a jugar o divertirse con sus amigos.

Cuando los hijos empiezan su período de socialización y el desapego normal de los padres, con curiosidad de acercan a situaciones que les proporcionan sensación de libertad y autonomía. Conceptos necesarios para su desarrollo pero que en determinado momento pueden llegar a trastornar por completo esta normalidad.

Los adolescentes en su afán de crecimiento y aproximación al mundo adulto, tienden a experimentar esta amplia variedad de sensaciones que en ocasiones se convierten en situaciones graves como el abuso en el consumo de alcohol y drogas, desinhibición y falta de previsión en las relaciones sexuales, o el uso de tecnología, chats, redes sociales, videojuegos o actividades de riesgo físico (gusto por la velocidad y las piruetas extralimitadas).

Es en estas circunstancias donde crece la alarma en los padres, los cuales como respuesta a estas conductas emplean controles férreos o sobreprotecciones excesivas. Estos extremos generan a su vez nuevas dificultades que complican la aparición de las soluciones. Y en el peor de los casos contribuyen al empeoramiento en las relaciones entre padres e hijos. Entonces, la etapa de la adolescencia pasa de ser una situación normal, aunque incómoda, a convertirse en un campo de batalla con consecuencias muy desagradables para ambas partes.

Pero no sólo los adolescentes ostentan este papel protagónico teniendo como espectadores a los padres y a muchas personas que tienen un rol de figuras de autoridad (maestros, tutores, abuelos, tíos, hermanos mayores, entrenadores o cualquier adulto que esté en el momento señalado. Para afrontar tan delicada situación, se ha de poner todo el empeño necesario para que los padres desarrollen más protagonismo y potencial como líderes ante sus hijos.

La etapa en la que se encuentran los hijos determina la adaptación en este delicado arte de la paternidad. Y aunque existe infinidad de literatura al respecto, sólo una vivencia personal bien asesorada por profesionales permitirá que tanto hijos como padres salgan airosos de esta difícil temporada en la vida familiar. Por dar una nota de optimismo, aunque el crecimiento de los hijos siempre genera etapas con desafíos (¡y también soluciones!), es bueno saber que la adolescencia es una difícil etapa de transición que finalmente cierra el ciclo y permite la entrada a la vida adulta.

Carlos Alvarado

Carlos Alvarado

Psicólogo

Licenciado en Psicología, Psicoterapeuta y Terapeuta de Familia (FEAP y FEATF)
Coordinador del Área de Psicoterapia Sistémica en niños y adolescentes
Correo: carlosalvarado@itadsistemica.com

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